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Debo comenzar este post añadiendo una salvedad: me encanta el sabor del coco, y su olor y ya mucho antes de descubrir el aceite de coco e incorporarlo en mi cocina y rutina de cuidado corporal, yo utilizaba como complemento ideal en yogures, postres y me encantaban todas las lociones corporales  con aroma de coco. Supongo que mi amor por esta exótica fruta se debía precisamente a eso: me teletransportaba a lugares exóticos con los que soñaba visitar y lo asociaba a mi estación favorita, porque el aroma de coco huele a verano, ¿ verdad?  Cuando empecé a usar el aceite de coco, mi amor se convirtió en obsesión – sana, por supuesto -. La verdad es que he perdido la cuenta de cuántas veces he probado y comprado diferentes marcas de aceite de coco: siempre prensado en vacío, orgánico y virgen extra.

Todo empezó de forma muy inocente, degustando un poleo en mi sofá mientras que distraía con el móvil, vi un vídeo de Net-a-porter en el que la bellísima y estilosísima Miranda Kerr alababa las bondades del aceite de coco y aseguraba que tomaba una cucharada cada día y era un elemento indispensable de su cocina. Así que me dije: plagiar la rutina de Miranda no me convertirá en su doble, pero teniendo en cuenta mi predilección por el sabor de esta fruta, decidí que no tenía otra opción más que probarlo. Y si le funciona a Miranda, ¿por qué no iba a funcionar conmigo? ( ironía: modo on)

Así que me fui de cabeza a realizar mi investigación personal y me animé a probarlo. ¿El veredicto? Desde entonces puedo incluírme entre las fervientes defensoras de este aceite, aunque con un perfil muchísimo más bajo que el de Miranda Kerr.

Un superalimento con múltiples beneficios

Me costó un poco entender a lógica detrás de las grasas saturadas saludables, ya que desconocía que este tipo de grasas, que siempre habían sido demonizadas, podían aportar beneficios a nivel nutricional. Podéis encontrar mucha información fiable online sobre las grasas saturadas pero si queréis, os resumo un dato esencial: Más del 80% del aceite de coco se compone de ácidos grasos de cadena-media, que nuestro cuerpo puede digerir con facilidad y el hígado convierte en energía, al contrario que los ácidos grados de cadena larga, que deben ser desintegrados para que nuestro organismo pueda absorberlos. Entre los numerosos beneficios del aceite de coco con evidencia científica se cuentan, entre otros :

• Acelera el metabolismo: Debido a que nuestro cuerpo convierte grasas de cadena media en energía, éstas pueden contribuir a la pérdida de peso. El poder saciante del aceite de coco nos ayuda a mantener alejadas las tentaciones de picotear entre horas.
• Ayuda al sistema inmunitario. Entre los ácidos grasos del aceite de coco, es encuentra el ácido láurico, también presente en la leche materna, un antibiótico natural que inhibe la proliferación de bacterias causantes de ciertas infecciones.
• Facilita la digestión  contribuyendo a que nuestro organismo absorba vitaminas y minerales como el calcio y el magnesio.
• Combate los radicales libres: varios estudios han comprobado que con sus propiedades antioxidantes, aceite de coco inhibe el estrés oxidativo causado por los radicales libres.
• Disminuye el Riesgo de Padecer enfermedades cardiovasculares:  Las grasas saturadas saludables, presentes en el aceite de coco en más de un 80%, aumentan los niveles de colesterol saludable y convierten el colesterol “malo” en colesterol “bueno”, reduciendo el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Un Básico para el Cuidado de la Piel

• El aceite de coco hace maravillas en la piel y en el pelo:  es un excelente hidratante con propiedades suavizantes y emolientes. Desde que lo descubrí, no he vuelto a comprar ninguna loción corporal. También lo utilizo como exfoliante corporal, mezclándolo con sal marina y agua.
• Es un aliado perfecto par el cabello, debido a que reduce la pérdida de proteínas causantes de la caída y el daño capilar; tiene un potente poder anti-caspa debido a sus propiedades hidratantes y su capacidad para aumentar los niveles de lípidos en el cuero cabelludo. Aunque tengo el cabello graso en la raíz y seco en las puntas, el acondicionar capilar -adaptado a mi tipo de cabello – es un producto indispensable y que utilizo con asiduidad. He probado varios, pero desde que empecé a usar el aceite de coco como acondicionador natural no he necesitado ni querido cambiarlo por cualquier otro.  Al menos una vez a la semana lo utilizo como acondicionador natural dejándolo actuar en el pelo durante al menos 40 minutos antes de lavármelo. La verdad es que no conozco un método más eficaz para hidratar el pelo, así que, si no lo habéis probado antes, ya es hora de que lo incorporéis a vuestras sesiones de cuidado capilar en casa. Probadlo; estoy segura de que os encantará.
• Excelente hidratante corporal y tratamiento para después del sol: Aunque lo utilizo como hidratante todo el año, el aceite de coco gana protagonismo en mi despensa en verano ya que funciona como un excelente tratamiento para antes y después de las exposiciones solares; estas últimas siempre acompañadas de mi protector solar de protección +50, claro está.

Un aliado saludable en la Cocina

El aceite de coco es tan polivalente que también funciona como un aliado perfecto en la cocina, aportando una gran variedad de usos y beneficios. De hecho, se estima que cocinar con aceite de coco extra virgen no refinado es mucho más sano que utilizar otro tipo de aceite, ya que, al contrario que el de oliva o girasol, no se oxida al contacto con el calor.

• Añádelo a tu desayuno:  Úntalo en un pan tostado y tendrás una versión mucho más sana y, en mi opinión, deliciosa de la clásica tostada matinal.
• En batidos y zumos: Funciona como un excelente -y sanísimo- edulcorante natural para añadir a batidos, infusiones, y todo lo que se te ocurra.
• Para cualquier uso culinario: Saltear, freír o hornear con aceite de coco es mucho más saludable que utilizar otro tipo de aceite. Personalmente, me encantan los huevos revueltos o fritos con aceite de coco, pero, ya se sabe, para gustos….

Por si su uso en la rutina de cuidado de la piel y su empleo en la cocina no fuese lo suficientemente multi-funcional otro uso habitual atribuído al aceite de coco es el de funcionar como un lubricante natural. Su uso depende del criterio y la imaginación de cada uno, eso sí, hay una salvedad importante a tener en cuenta: no es compatible con el látex. Ahí lo dejo. De mi experiencia personal, os puedo comentar que sí lo he usado como lubricante para utilizar con las esferas de Kegel, que utilizo para mi rutina de ejercicios de suelo pélvico. Sí, has leído bien. De hecho, trataré sobre este fascinante y todavía desconocido tema en otro post, ya que, creedme, da para mucho.

¿Habéis probado el uso culinario del aceite de coco? ¿Lo utilizáis en vuestros rituales de cuidado corporal y/o capilar u otros? ¿Conocéis otros usos de aceite de coco además de los que he comentado?  Muchas gracias de antemano por vuestros comentarios.